domingo, 31 de agosto de 2025

LAS ANIMAS MILAGROSAS

Por: Miguel Godos Curay

Nuestros pueblos y villorrios están llenos de ánimas milagrosas que despiertan la devoción y la piedad de las gentes sencillas. Así en Chulucanas no hay feligrés que no haya colocado un cigarrillo encendido en el anónimo nicho de “la Turquita”. Una extraña gitana que murió cuando su tribu visitó la tierra de los mangos y los limones hace mucho tiempo. Camino a Huancabamba, en el kilómetro 55, está el soldadito desconocido al que los camioneros cada lunes colocan velas y flores. Otros le ofrendan tortas de canela y hasta aguardiente de caña. A él se encomiendan y le piden protección contra los salteadores que ahora abundan por los caminos de la sierra.

Mi padre, en Paita, arrojaba flores al mar porque sentía la presencia de los ahogaditos. Estaba convencido que lo acompañaban en la madrugada y marchaba seguro, por el largo trecho, hasta la zona industrial entre los grises farallones del puerto. Nunca enfrentó ningún percance al filo de la madrugada. Pero sus margaritas, que arrojaba al mar, eran infaltables todos los lunes. En Sullana, todas las tardes, es muy concurrida la peanita de Juan de Dios. Otro muerto milagroso que protege del infortunio a mototaxistas, vianderas y gente sencilla que ora ante él con envidiable fervor.

En Tumbes, entre las zarzas del camino a Zorritos está la tumba de “la chilenita” una mujer que fue encontrada muerta en el camino y en cuya blusa tenía como única seña el escudo de Chile. No había otra forma de identificarla. Aquí concurren los contrabandistas, comerciantes que vienen desde el Ecuador y hasta peloteros. Son personajes de leyenda que convocan un fervor profano y una confianza ciega en su intercesión. Se trata de un sincretismo y simbolismo al filo del cristianismo formal.

De los caminantes de la sierra aprendí a respetar los restos de animales muertos. Perros y caballos, cuya lealtad indoblegable, nos recuerda que la amistad es perdurable más allá de la muerte. A los perros hay que enterrarlos junto a un árbol al que con su carne sirvan de abono y su alma se consustancie con la naturaleza. Son criaturas de Dios y merecen respeto -me dijo un viejo arriero- que me transmitió un profundo cariño por los perros extintos que son distintos que los “perros muertos” de la mala fe y el avivato. Son almas que guían y protegen de eso estoy seguro.

Las cruces de cerro son también una bendición. Una crucesita en la punta del cerro salvó al pueblo de Morropón pues ahí una noche de tormenta calló un rayo cuyo impacto hubiese provocado destrucción en el pueblo. En el tablazo de Paita se venera con singular la devoción la “Cruz de Cisneros”. El tal Cisneros no fue ni un santo ni un fraile predicador del que se tenga memoria. Fabricio Cisneros fue un bandolero de la afamada Villa de Querecotillo que quedándole corto el camino tenía como escenarios de sus fechorías los caminos entre Macará y Tumbes.

Refiere López Albújar, en “Los Caballeros de Delito”, que andando Cisneros por Máncora le cayó en pleno cumpleaños a un tal Ruiz quien se defendió a balazos y logró capturarle. Conducido a Tangarará, el subprefecto de Paita Abelardo Garrido lo remitió a Paita custodiado por un capitán de gendarmes apellidado Matos quien no tuvo reparos en fusilarlo en pleno tablazo cerca al cementerio de Paita. Entregado el cuerpo a sus deudos éstos en represalia lo enterraron en el mismo lugar donde fue fusilado y en donde hoy se erige una capilla. Y por aquella tradición tan nuestra el que alguien fuera ladrón en vida no es impedimento para que más tarde se convierta en alma milagrosa en la muerte.

EL MACHISMO QUE AÚN NOS QUEDA



Chichera de Catacaos en el fotoóleo de don Manuel Quiroz. 

Por: Miguel Godos Curay

En Piura la violencia contra la mujer es de origen remoto pero está a la vuelta de la esquina. Durante la colonia los señores de los feudos adquirían negritas para el trabajo doméstico o para nanas de leche. No estaban exentas de abusos y excesos repudiables. La educación para las niñas fue un esfuerzo pionero de religiosas y normalistas que tuvieron que soportar la agresiva resistencia de muchos padres y hasta los caporales de las haciendas. Hemos alcanzado algunos logros pero aún hay que vencer la mezquina pretensión de funcionarios perversos para quienes una cara bonita es botín del que manda. El chantaje en todas sus formas. La deshonestidad desembozada.

El asesinato de la joven universitaria Xiomara Alejandra Huertas Santiago (18), victimada salvajemente en su entorno familiar próximo no debe quedar impune. Reportada como desaparecida movilizó al vecindario en su búsqueda. Posteriormente se produjo el hallazgo del cuerpo maniatado y enterrado en el corral de la casa de su tío y presunto asesino. Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en lo que del año se han registrado 79 feminicidios en el Perú y 04 en Piura. Las denuncias de violencia contra la mujer superan ya las 5,540. Sería advertencia de una ola de agresión en el seno del hogar.

LA VIOLENCIA LESIONA LA DIGNIDAD DE LA PERSONA

Según las estadísticas del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables el año 2022 se reportaron 8 casos de tentativas de feminicidio, en el 2023: 9 casos, en el 2024:  9 casos. Las secuelas de violencia obligan a las víctimas a hospitalización por la gravedad de las lesiones. Sin embargo, la violencia psicológica crece explosivamente. Los casos de desaparición denunciados ante las autoridades policiales suman más de 9 en especial de jovencitas. Otra papa caliente es el embarazo adolescente de menores de 14 años. La situación se agrava por la resistencia en los hogares al sostenimiento de una nueva familia sin la posibilidad de una subsistencia digna y decorosa.

Preocupante es en Piura la trata de personas convertida en próspero e impune negocio favorecido por centenares de jovencitas migrantes que merodean a vista y paciencia de los vecinos establecimientos hoteleros en diversos sectores de la ciudad. Los casos Bello Horizonte, avenida Gulman, 18 de Mayo son las cerezas de la torta. La displicencia de las autoridades sectoriales del Mincetur, Municipalidades, Salud y Policía Nacional no enfrenta aún este problema cuyas aristas delincuenciales comprometen a pandillas promotoras del meretricio, a establecimientos hoteleros sin registros que favorecen el negocio carnal. “Cuando manda el billete nadie se mete” sostienen irritados vecinos atemorizados en la tierra de nadie. El VIH está también a la orden del día.

EL 50.2% DE PIURANAS SUFRE VIOLENCIA PSICOLÓGICA

A nivel nacional, la región Piura ocupa el puesto número 13 en violencia contra la mujer, mientras que el 50.2 por ciento de las piuranas sufren alguna forma de violencia psicológica, ya sea propiciada por su pareja, intrafamiliar, el espacio laboral, la escuela y la propia universidad según el registro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

A este cuadro desolador habría que puntualizar que el piurano es tradicionalmente machista, se nutre de la posesión excluyente de la mujer. Las hijas recién nacidas son chancletas. El espacio de la mujer casada se constriñe al trabajo del hogar junto a su prole. Las pocas posibilidades de socialización fuera del hogar se trasladan a los grupos parroquiales y grupos evangélicos cristianos. Antes predominaban las familias numerosas hoy se prefiere tener los hijos que se pueden mantener.

CASOS DE INCESTO ADVIERTEN  AGRESIÓN A MENORES

A pesar de los pesares aún el estupro es una institución perversa del machismo en los pueblos apartados. Los casos de incesto son también preocupantes en algunos asentamientos humanos y poblados de la sierra. De los ocho casos reportados las menores tenían menos de quince años. En el mundo rural  y campesino es visible la marginación social que aún impide a muchas niñas concurrir a las escuelas. Otro es el caso de padres irresponsables que entregan a sus hijas bajo la falsa promesa de brindarles buena educación que acaba en la esclavitud del trabajo doméstico, mal pagado y en condiciones inhumanas. Pese a todo existe hoy una actitud diferente frente al maltrato y el abuso.

Piura recuerda con generosidad al Padre Alberto Gallo, párroco de la Catedral que acogía semanalmente en la iglesia a muchas trabajadoras del hogar para el aprendizaje de costura, cocina y repostería al mismo tiempo instrucción para la defensa de sus derechos laborales. Por supuesto la iniciativa del Cura Gallo escaldaba en su conciencia a algunas feligresas maltratantes. Su magisterio dejó muchos frutos en esta ciudad de enredaderas y muchos prejuicios. Pese a que el Ministerio de Trabajo promueve el trato laboral justo y equitativo con acceso a la seguridad social, un horario y trato justo. Aún queda mucho por hacer. Muchas jovencitas que trabajan hoy en los grifos -hasta ayer oficio privativo de varones- lo que mayor temen es la agresión delincuencial.

LA MUJER TRABAJADORA ACTIVA LA ECONOMÍA REGIONAL

Centenares de mujeres trabajan en los mercados y servicios de transporte urbano iniciando su jornada muy temprano. Son un vigoroso resorte de la economía regional. Sin embargo, urge promover el buen trato. Los más deliciosos platos de la cocina piurana son fruto de su sazón. Otras son tejedoras de sombreros en Narihualá y  diligentes chicheras pendientes de sus tabernas en Catacaos, La Arena y Belisario. Oficio milenario ligado a la tierra y a la  faena agrícola.

La producción de chicha es un rito gozoso que preserva la tradición.  Grande es también el esfuerzo de las obreras municipales que limpian el rostro de la ciudad. Otras venden diarios a lo largo de la avenida Grau. En el esplendor de la cumbia también hay memorables intérpretes como Edita e Irma Guerrero que hicieron de  esos emocionados sanjuanitos letras de cumbias. Tienen su espacio y su lugar en el corazón del pueblo.  

MEMORIAL DE NATACHA

No es casual que en el habla urbana se discrimine con desprecio a las cholas, a las negras y a las   serranas. Por la década de 1970 se llamaba a las trabajadoras del hogar “Natachas” en alusión a la telenovela peruana emitida por Panamericana Televisión. Natacha Cervantes, una pollerona provinciana, al quedarse huérfana, gracias al padre Florencio consigue trabajo en Lima en casa de la familia Pereira. Raúl Pereira, uno de los hijos queda prendado del trato humano espontáneo de Natacha. La telenovela obtuvo elevados raitings hasta el final  y popularizó a Gustavo Rojo y Ofelia Lazo en los roles principales. La canción que popularizó la serie fue una creación de Raúl Vásquez que la interpretó junto a la Peña Ferrando en todo el Perú.  El guion exitoso fue escrito por el argentino Abel Santa Cruz.

EDUCACIÓN UNNA APUESTA DE LA JUVENTUD PIURANA

Es gracias a la educación que muchas jóvenes profesionales tienen acceso a los estudios universitarios y a una profesión liberal. Sin embargo, es necesario un mayor esfuerzo en favor de los derechos de la mujer. En los últimos reductos de la descascarada burguesía de la hacienda aún persisten estos distingos. Sin embargo, la lucha contra el mal trato a la mujer se mantiene en pie. Las mujeres profesionales en los campos del derecho, economía, ingeniería y la medicina. Las que forman parte del cuerpo policial y las Fuerzas Armadas tienen la buena fama de su integridad a toda prueba lo que es una buena señal. En general en el mundo universitario las mujeres obtienen mejores calificaciones que sus pares varones en los cursos de ciencias. Sus elecciones profesionales son muy precisas: educación,  enfermería, obstetricia, medicina, ingeniería, educación, comunicación y derecho. Hoy tienen voz propia y demandan y exigen respeto. Se puede afirmar categóricamente que los logros en la formación profesional de la mujer vislumbran un porvenir diferente en donde se revalore la vida y el respeto a los derechos humanos elementales.

Es de advertir que la Piura del siglo XVI era gobernada por las señoras Capullanas, llamadas así por su traje parecido al “capuz” o albornoz morisco con el que se vestían. Tenían mando y autoridad en sus curacazgos. Según los cronistas Reynaldo de Lizárraga y Martín de Murua era tal su poder  que podían elegir al marido de su preferencia y arrinconaban al aborrecido que lagrimaba con tristeza. Las señoras  Capullanas aparecen en muchos documentos sobre herencias y sucesiones durante el siglo XVII exigiendo se reconozcan sus derechos conforme al fuero castellano,

jueves, 28 de agosto de 2025

LAS ÍNSULAS EXTRAÑAS

Por: Miguel Godos Curay


Parece ser que el manual de la notoriedad y la figuración es el recetario de nuestros gobiernos locales donde nuestras autoridades aparecen para la exhibición y la reelección. A contrapelo desaparecen por arte de birlibirloque frente a sus responsabilidades. Por eso la censura ciudadana está por venir en las próximas elecciones. Nos recuerda el Drae que ínsula viene: Del lat. insŭla 'isla', 'casa aislada'. En su primera acepción: f. Lugar pequeño o gobierno de poca entidad, a semejanza del encomendado a Sancho en el Quijote. Esta es la forma visible de nuestros municipios: Islotes comedidos para  la temeridad de dilapidar recursos públicos, “gobiernos de poca entidad” para muchos ciudadanos; “buenos para nada” para otros y el afortunado tesoro de la corrupción y de la cutra para todos.

En buen romance mucho ruido y pocas nueces. Mucha cumbia sin resultados a la vista. Nuestra ciudad es muestra de ello no tiene ni pies ni cabeza. Nadie defiende a Piura de los arboricidios premeditados ni las demoliciones anunciadas. Ni los remedos del parque de las aguas en una urbe que se muere de sed.  Se recurre mucho al artificio, a la pólvora y la foto para el momento. A la estridencia de la cumbia, al pintarrajeo de los muros con el rostro de chicheros consumados. Al empapelamiento grotesco y chocarrero de toda la ciudad. Condecoras a los mejores por ser ejemplos, pero no pintas su faz para la admiración cívica de su ciudad.  

Somos el lejano oeste en donde por falta de autoridad nadie está libre de la agresión brutal de delito. Somos una ciudad invadida por pedigüeños que simulan limpiar los parabrisas en las intersecciones viales alentando la mendicidad de menores.  Cuando en la ciudad de los ciegos el tuerto es rey los problemas irresueltos se invisibilizan. El tuerto aparenta que te mira. En realidad mira la punta de su nariz.

El aspecto urbano de Piura es desolador. Sus monumentos históricos se desmoronan con la complacencia del Ministerio de Cultura. Poco queda del pasado y con el velo de las cortinas se cubre la lenidad de las instituciones. La Piura señorial a la que cantaban los bardos ya no existe. De la biblioteca nadie se acuerda. No se compran libros hace mucho tiempo esperanzados en donaciones que nunca llegan. Se dilapidan los dineros públicos en la capital de la cumbia y en la notoriedad pervertida antes de invertir en la cultura y la inteligencia. Esta crisis contagiosa corroe hasta nuestras instituciones en donde las renuncias colectivas son el hedor de lo mal con que se hacen las cosas.

La anomia nos consume. Esa indiferencia concesiva que admite y tolera la cutra y el robo es una vergüenza. Piura huele a caca y todos estamos contentos sonriendo para la foto en la plaza desarmada, sin bancas, con don Enrique López Albujar. Sin embargo, la procesión va por dentro. El caos del mercado central es la demostración visible del relajo de la autoridad. Ahí rejas, calles invadidas, el desorden son la evidencia de lo mal que se administra y los pocos esfuerzos por ordenar. Apena observar que lo poco bueno que se hizo se vino por los suelos por el desorden reinante y contagioso. Tapas de alcantarillas destrozadas por cebicherías ambulantes que ahí arrojan desperdicios y aguas servidas. Con espacios lotizados por la informalidad y las mafias que engordan en nuestro principal centro de abastos. Con semáforos de adorno que congestionan los accesos al extremo y que nadie respeta. Con drenes colmatados por falta de mantenimiento. Con desorden en todas las esquinas sólo es posible afirmar que la autoridad no existe.  En esta materia estamos hasta las huevas me dijo un asiduo concurrente a los puestos de venta de libros. Razón no le falta.

Un operativo inopinado de la Sunat, Enosa, Defensa Civil, Compañía de Bomberos, Dirección de Trabajo y la propia fiscalización municipal son urgentes y necesarios para acabar con la elusión fiscal que no da comprobantes de pago y contrata personal sin  ningún beneficio social; la tugurización de la informalidad que lotiza accesos y espacios libres y de modo irresponsable tolera y fomenta las conexiones eléctricas clandestinas que en cualquier momento provocan siniestros de dimensiones incalculables. El desorden empieza con furgones y mototaxis que invaden y bloquean los accesos. Comerciantes que salen de sus puestos y se apropian de la vía pública. A este problema se suma la congestión vehicular provocada por el desorden en la avenida Sánchez Cerro.

La avenida Sánchez Cerro desde la intersección con la avenida Sullana está sitiada por las casas comerciales y el comercio ambulatorio que han convertido la vía pública en estacionamiento privado de vehículos y motocicletas causa de la estrechez de la vía, congestión y desorden. La inmediata sanción del mal uso de zonas rígidas y ocupación indebida del espacio público la avenida Sánchez Cerro se descongestiona en un santiamén. Causa del desorden es la falta de autoridad municipal. Los supervisores municipales de tránsito hoy dedicados al webveo con su celular en mano. Sí solo registraran al vehículo o establecimiento infractor y reportaran a una central notificadora -foto a la vista- su tarea facilitaría el ordenamiento y se incrementarían las rentas municipales por cobro de multas e infracciones.

Piura, una ciudad cálida y apacible. Una región promesa tan grande y tan rica por su producción agrícola, minera y pesquera no puede continuar creciendo desordenadamente. Tampoco puede ser el escenario de las inciertas aventuras de políticos improvisados siete suelas y tramposos que buscan servirse del erario y a los que poco importa el bien común. Piura, con siete universidades debe ser el esplendor de las inteligencias, el cambio y la transformación social con dignidad y decencia. En donde es posible vivir en ciudades ordenadas, respetuosas del agua, la vida y el ambiente. Ciudades en donde las bestias no talen impunemente los algarrobos con la creencia infeliz que las mordeduras del cemento y el asfalto son progreso. No es así. Las severas lecciones del impacto ambiental apuntan a direcciones diferentes para preservar la calidad de vida y el bien común. Vendrán diluvios y los ríos anchurosos e indetenibles abrirán sus cauces ahí en donde la improvisación sentó sus reales. Entonces sólo nos quedará en la conciencia la certeza de vivir en la carencia y la necesidad teniendo todo.

sábado, 21 de junio de 2025

“QUO VADIS” PERIODISMO

 Por: Miguel Godos Curay


Causa extrañeza el escozor con el que a veces escribimos, después de leer, pensar y enseñar. Es lo que hacemos a diario. Sin miramientos, vivimos entre libros comprados cuando sentimos irresistibles ganas de penetrar en sus contenidos. O cuando están a bajo precio en el suelo. Hoy no está de moda el buen pensar, la guerra, los misiles y las hostilidades mundiales son como el afán de notoriedad a cualquier precio. Capturan la atención en el momento. La violencia y la pornografía buscan ganar adeptos en las redes sociales. En este escenario hay quienes detestan los libros, los dejan asolear en los techos y creen en su inutilidad porque acabaron sus estudios sin aprender nada. Otros los odian y se deshacen de ellos como si perturbaran su existencia. Hoy son más lo que no leen que los que leen.

Los que no leen y olvidaron lo aprendido son analfabetos funcionales: saben leer pero no leen. Para ellos leer es un lejano recuerdo. Son como los lectores de diarios que van a la página de deportes o leer las rebuscadas mentiras de los horóscopos. Quienes desconocen el trabajo en las redacciones. Ignoran, por ejemplo, el refrito del que se nutren los augurios para cada signo. La mentira a la orden del día. La superstición al galope algo así como los sortilegios de los chistosos chamanes de la Laguna Negra de Huancabamba. Realmente entonan huevadas y escupen babas a los buscadores de suerte y fortuna.

Los buenos lectores son escasos como los telegrafistas código Morse. Leer distrae, informa, activa el cerebro, alienta y apasiona en el buen uso del lenguaje. En cada página se aprende y en otras se corrigen los yerros del corrector. Al fino humorista don Augusto ”Pelau” Feijó autor y editor de Chilindrinas los correctores de pruebas del periódico eran “jodedores” de pruebas pues cada vez que empleaba términos del habla popular los corregían con el diccionario y le quitaban el sentido humorístico de su perversa lira. Una flecha sin veneno es como el impacto del matacojudos. Ayer parte del ornato de la ciudad.

Don Vicente Seminario Reto distribuidor puntual de El Peruano en su local del jirón Libertad aprendió mucho en la lectura de la gaceta. Y cuando no leía, se entregaba a su negocio piurano de alquimista y vendía por varas, libras y onzas: azufre en barra y en polvo, alumbre, sal de soda, piedras de destilar agua traídas de la Silla de Paita, la pez que regateaban los violinistas; los ebanistas finos encontraban goma laca, trementina y, alcohol de su propia destilería. En su tienda había desde jaulas para perico, raticidas fulminantes y una serie de reliquias misteriosas como los pistolones que guardaba debajo de su cama. Y el sable del finado don Miguel Gerónimo Seminario y Jaime. Vicente era un genio. Fabricó un motor para auto que funcionaba con kerosene. Y su fascinación era una cocina solar construida con cartón de empaque y platinas de cajetillas de tabaco. Otro una terma para tibiar el invierno. Sus inventos funcionaban. Era muy ameno en la conversación e impresionante en sus memoriosos relatos. Elocuente en la historia de Piura. Un narrador inagotable con fabuloso ojo de vidrio.

Frente a la Plaza Pizarro, que pretenden demoler, los pisa huevos del gobierno regional, estaba la imprenta de don José del Carmen Rivera, el editor de Ecos y Noticias, el primer diario del Perú impreso en papel de colores. Riverita no tuvo mejor rapto creativo ante la escasez de papel que utilizar pliegos de papel cometa de colores. Su diario no dejó de aparecer. En muchas ocasiones el periodista y editor, frente a la eventualidad de amenazas, colocaba candado al enrejado de madera de su redacción y taller. Sucede que muchas veces olvidaba el escondite donde guardaba la llave. La memoria se iluminaba cuando el recuerdo fluía tras la misteriosa cerradura.

Un lector acucioso mezcla de corrector ortográfico y analista profundo fue don Evaristo Lozada Valencia en la redacción de Correo. Leía hasta los avisos y se percataba de detalles insospechados. Empezaba con la lectura de los diarios capitalinos El Comercio y La Prensa, proseguía con La Crónica, Expreso posteriormente con La República y los tabloides locales El Tiempo y Correo. Les extraía el néctar noticioso. Los acontecimientos políticos nacionales y locales. Era el guardián de la redacción. Ahí transcurría el día desmintiendo rumores como cuando se robaron mil millones del blindado carro porta valores del BCR. El robo concentró la atención en los jirones Libertad, Callao y se perdió en las inmediaciones de la urbanización Los Cocos cerca al Club Grau. La balacera dejó un efectivo de la Guardia Republicana muerto. “¡Evaristo se llevaron todo el billete del BCR!” Le dijeron. A lo que respondió seguro. “En el centro de Piura sólo se roban monederitos”.

Caustico en política, acucioso en los datos, cordial y amable a la antigua, solemne en las respuestas por teléfono. Memorioso en las anécdotas y puntual en la cena en el comedor del diario Correo. Vivía sólo a inmediaciones de la Plaza Pizarro y era conocido por todos los fotógrafos ambulantes de cajón que ocupaban este rincón de la ciudad. Con sus carillas dobladas y su bolígrafo era un buen datero del acontecer citadino. Puntual en la entrega de sus notas, escrupulosamente impecable con sus camisas almidonadas. De gestos sorprendentes. Una mañana nos sorprendió con un paquete de libros de Eduardo Congrains Martin sobre la guerra con Chile y un releído ejemplar:  "Diez días que estremecieron el mundo" de John Reed, periodista norteamericano testigo y autor de esta crónica testimonio sobre la revolución Rusa de 1917.

El periodismo siempre fue una pasión existencial profunda y desbocada. Una aventura incierta en busca de primicias. La primicia marcaba la distancia con los colegas de otras redacciones. No solo se trataba de estar primero en los escenarios de los acontecimientos sino extraer con precisión el tuétano de la noticia. El compartir noticias con el dispositivo celular en mano -como se acostumbra hoy- es una perversión poco periodística. El periodista es un indagador metódico, un cuestionador insatisfecho, un analista de respuestas. Un buscador solitario de noticias. El periodista de ayer nunca daba pelota a las notas de prensa recomendadas por los relacionistas públicos.

Los redactores de ayer se secaban las manos con las notas de prensa que llegaban a la redacción. Al hacerlo repetían a boca de jarro ¡cuidado con la mermelada! Nada de lo que decían interesaba ni se publicaba. “Lo que diga el Alcalde en la nota de prensa -pásatelo por las pelotas- Noticia es lo que no dice, lo que oculta y no quiere que se sepa”. Repetían los jefes de redacción.  Las notas recomendadas se elaboran para el ocultamiento misterioso de los malos manejos. La melaza de la deshonestidad. Los eufemismos de la Caja Municipal sobre funcionarios malandrines y sin idoneidad son agua de malvas. La caca envuelta está por dentro. Las conexiones deshonestas, hoy invisibles pero ayer visibles, comprometen al directorio. Son a todas luces podredumbre a investigar por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Como dicen en Sechura “el pescado se pudre por la cabeza”.

Hoy las redacciones adelgazan y los periodistas trabajan sin protección social y están expuestos a riesgos al momento de cumplir su tarea. Hoy disponen de enormes ventajas tecnológicas. El celular es una computadora en miniatura. Pese al impulso el periodismo es un cachuelo pesetero. Cualquier hijo de vecino con un buen celular puede presumir de periodista. Se fabrica una colorida credencial, se coloca un chaleco y concurre a disfrutar de los bocaditos en todas las conferencias de prensa. Igual sucede con las gerencias de comunicaciones y prensa en diversas dependencias públicas. En algunas de ellas mantienen a no menos de dos redacciones de diario. Pobladas de camarógrafos de celular, redactores de deplorable ortografía y sintaxis, ayayeros a sueldo incondicionales y comisarios políticos. Nadie pregunta, nadie indaga y nadie contrasta fuentes informativas. Un genuino aplastamiento inmoral a la ética. Otros son frustrados demoledores de honras ajenas. Una especie de lepra injuriosa en vísperas de contiendas electorales. Una forma sutil de sicariato político.  Sin duda, cambian los tiempos y también los actores.

 

sábado, 14 de junio de 2025

PIURA CON OJOS DE ABUELO

Bendición de Monseñor Daniel Turley Murphy (Chulucanas)

Por: Miguel Godos Curay

Mi abuelo se llamó José de la Rosa Godos Hernández, mi padre Juan José Godos Atoche. Mi nombre resume a los José del vínculo parental y el de Miguel Curay el abuelo materno. En familia los nombres procedían al pie de la letra del santoral bien impreso en el popular Almanaque Bristol. Siempre con abundante información sobre mareas,  lunas llenas, eclipses y el inicio y final de las estaciones. Una herramienta útil para la pesca y la agricultura. Hoy no, los nombres se han convertido en genuinos disparates popularizados por la necedad y el mal gusto.

Las listas de los estudiantes de la universidad demuestran un nuevo fenómeno. La onomástica de hoy es extraída de las telenovelas y series televisivas brasileñas, turcas y coreanas. No faltan los Estifen Jokins, Erkenci Kus (Pájaro soñador), Hercai y hasta las Dolunay (Luna llena) de la cultura otomana que guarda estrechos vínculos entre Europa y Asia. Entre las series coreanas: La jueza del infierno, La reina de las lágrimas y Belleza verdadera. Para varones con suerte nombres diminutos como Min-jun, Yu-kun, Seo-jun, Minho, Joon y Hyeon. Y para las mujercitas Yung-mi, Hye, Sun-hee, Haneul, Yon, Sook, Youra, Iseul, y Gi entre los favoritos.

Quienes somos respetuosos con la tradición imaginamos los bautismos con tantas denominaciones exóticas. Y en Piura, nos consta, se asigna nombres del Bristol a las mascotas. “Mi gata se llama Camilita y mi perrito Ramón”. Los animales domésticos  tienen hoy nombres de  santos y los cristianos nombres foráneos de marcas publicitadas de vehículos, artefactos y topónimos producto de la  influencia del comercio y populares series de Netflik. Toda una rareza de patronímicos.

Las viejas tradiciones son desplazadas por los impulsos de Internet y las redes sociales atiborradas de curalotodos, la intimidad desnuda de actores, fórmulas para ganar dinero sin mucho esfuerzo, violencia, racismo, la sublimación pervertida del delito y toneladas incontenibles de pornografía. Los anticancerígenos milagrosos compiten con  los estimulantes del apetito sexual. El negocio de la distracción da cuenta del Papa León XIV opinando los no creyentes y utilizando fuentes no reveladas. Igual sucede con la información política tan obtusa y distraída de las agendas nacionales.

Y resulta sorprendente cómo los políticos de todos los pelajes se vanaglorien respecto a la solución definitiva de la urgente necesidad de agua potable para los sectores populosos de Piura. Los surtidos caños sólo existen en la imaginación pues nadie explica ni garantiza de dónde vendrá el agua. El agua de la napa freática es salobre y mezclada cono el agua superficial que viene de Curumuy no permite la buena cocción de los frejoles. La sedimentación de Poechos supera el 60% de su capacidad portante y el agua  almacenada se estima en 40 millones de metros cúbicos. Después de arrojar el agua al mar poco o nada se hace en Piura para enfrentar el stress hídrico. El discurso político efectista es un viejo cuento. La opinión técnica no se escucha ni se debate seriamente.

El perfil político de los eventuales candidatos  es una combinación de ignorancia supina y un afán voraz por morder presupuestos. Los excesivos gastos de propaganda, los discursos vacíos, las legiones de lameculos tras los candidatos posterga con malas prácticas el ejercicio de la ciudadanía responsable. La decencia es desplazada por la indecencia. La honestidad por la repartija y el robo descarado. La verdad por la mentira en todos sus matices y sus aderezos suspicaces, contumaces y la injuria. Esta gobernabilidad nutrida por la ignorancia y la irresponsabilidad no conduce a nada. Urgen fiscalizaciones profundas  y una presencia activa en la administración pública de los órganos de control y la propia Contraloría de la República. Se ha olvidado de plano que la ciudadanía activa exige rendición de cuentas y transparencia en todo.

El rostro de Piura lastimado por la incuria y reducido al de una aldea infeliz es la descarnada demostración de la incapacidad de nuestros gobernantes empeñados en el festín de presupuestos, el exhibicionismo huachafo y el negligente interés por resolver los problemas de una ciudad. Tanto se me habló del bicentenario de Catacaos que emprendimos el recorrido desde la Legua y lo que no dejó de sorprendernos son las toneladas de basura a lo largo de la pista. La efeméride debería empezar  por una acción inmediata y decidida contra el desaseo que decepciona y desencanta a los turistas y visitantes. No se come rico ahí donde hay basura. Es lo que se observa a la vera del camino. Esta es una irresponsabilidad negligente de sus autoridades tan dadas a los rituales de la celebración y huachafería.

En Piura, como decían los conversadores de la antañona rotonda del Puente Viejo, el mejor negocio es comprar a sus gobernantes por lo que valen y venderlos por los que creen que valen. Esa es nuestra miseria institucional. Esa es nuestra fracturada gobernabilidad que no resuelve nada sumisa a las temperaturas de la voracidad política, la cutra y el robo. Vivimos como cangrejos en retroceso permanente. Somos una ciudad en la que el espacio histórico se cae a pedazos y en donde el caos se impone ahí en donde debe primar el orden y el respeto. No crean los ingenieros y funcionarios calzón flojo que Piura es una aldea despojada de historia. Esta lectura procaz y desaguisada es consecuencia de la ignorancia y el olvido de que, dentro de siete años, el 2032, se  cumplirá el medio milenio de San Miguel la primera ciudad fundada por españoles en el Perú. Cada rincón de Piura tiene historia. Y la primera obligación de los que gobiernan es el servicio honesto y responsable a su ciudad. No hemos elegido ratas pardas para que conduzcan  al gobierno local y al regional sino ciudadanos que vislumbren futuro de nuestra ciudad y región.

 

 

domingo, 18 de mayo de 2025

TIEMPO PARA CREAR Y CREER

Por: Miguel Godos Curay

Leer es una tarea imprescindible en la escuela y en la universidad.

Una vida sin leer es un desafortunado placer de la inteligencia agónica. La lectura diaria alimenta y despierta en plena soledad la pasión por la escritura. El portento de la laptop es la facilidad para anotar ideas, sueños y aventuras que emergen del pasado, historias jamás contadas sin final, un hato de recuerdos. Todo se puede escribir sin el pretexto no tengo papel. En algunas ocasiones versos inconclusos. Emociones súbitas, pasiones irreversibles y recuerdos desgranados como los dientes del choclo.

Por supuesto la vida es una ronda sin final, posibilidades de realización infinitas. Una vida sin pasión es un oficio de difuntos. Una abstinencia perversa. La vida es una búsqueda inagotable en las páginas de los libros cuyas páginas acabas de leer. La curiosidad no se pierde. Sientes una patente compañía próxima poblada con los prodigios y palabras de los maestros. En su acepción etimológica los que saben más. El que enseña aprende a aprehender el conocimiento fresco. Descubres en los estantes de los libreros del mercado, del suelo o del puente viejo preciosidades bibliográficas a bajo precio. Es un placer que confiere satisfacciones infinitas. Una mirada penetrante e inteligente en el saber humano.

Motivar la lectura en los jóvenes universitarios es una tarea de coraje y persistencia para invitarlos a descubrir el mundo del saber inagotable. La lectura deslumbra con palabras nuevas que enriquecen la expresión cotidiana. Mejora la ortografía y redacción. A mayor lectura dispones de un repertorio para expresarte y escribir con facilidad. Leo “Los pájaros perdidos” de Rabindranath Tagore, en el verso 20 anota este apotegma: “No puedo elegir lo mejor. Es lo mejor quien me elige a mí”. Diríamos parafraseando al poeta bengalí. Es lo mejor lo que nos llama al camino de la perfección posible. No eliges un libro el libro te elige a ti.

En la búsqueda inteligente del esplendor humanístico nos situamos indagando sobre nuestras raíces. Y con la metodología de la ciencia nos adentramos con paso firme en el camino de la certeza con el auxilio de la ciencia. La ciencia es conocimiento metódicamente perfecto. Indaga busca y encuentra. Este desafío nos recuerda la versión del texto poético que satisfizo a Steve Jobs para el lanzamiento diferente de Apple.

El texto de sesenta segundos dice: “Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A los alborotadores. A las fichas redondas de lo huecos cuadrados. A los que ven las cosas de formas diferente. A ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el statu quo. Puedes citarlos, discrepar, de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Son los que hacen avanzar al género humano. Y aunque algunos los vean como a locos nosotros vemos su genio. Porque las personas que están suficiente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo…son quienes lo cambian.”

Esta audacia debe acompañarnos para repensar nuestra región, el Perú y sus instituciones socavadas por la inmoralidad. En esta batalla desigual contra viles y   malvados no podemos permitir desangrarse al Perú, ni el arrebato brutal de los apuntes de clase de las manos de nuestros niños. La siembra del desasosiego, el desorden y saqueo sustrayendo y dilapidando presupuestos públicos. No es así.  No se trata de socavar los bienes de la educación, la cultura, la ciencia y el arte porque los que deciden buscan el provecho propio menoscabando el bien común. No es así exigimos una apuesta por la buena educación, la agricultura productiva que nutre y la pesca que no depreda y protege bien usando los recursos del mar.

La minería que desangra es el veneno de las desgracias. La informalidad, la ilegalidad que depreda, destruye, empobrece y no paga Canon necesario para equipar escuelas, postas médicas y mejores servicios públicos. Como todo aquello que surge del ultraje corrompe autoridades y envilece instituciones. Destruye el tejido social y las legítimas y mejores aspiraciones de cambio y progreso. El saqueo artero de nuestras riquezas naturales despoja de futuro a nuestros niños y jóvenes. Arrebata de las manos una educación de calidad y protección a las familias. La minería ilegal es un cáncer social. Fomenta la criminalidad aliada del narcotráfico, la trata de personas y el despojo de la tierra. La corrupción es la metástasis del despojo social, el desorden, la imposición del delito como forma de vida deslegitimando nuestras instituciones.

No debemos dejarnos consumir por la indiferencia de ver nuestros sueños arrancados de la conciencia por los que destruyen este país de raíces profundas, de inteligencias brillantes y de sueños inagotables. Los países, los pueblos las comunidades no sólo valen por lo que tienen sino en mayor proporción por lo que saben y lo que crean. Hoy enfrentamos con severidad los impactos del cambio climático provocador de una languidez de sequías insoportables pero al mismo tiempo nos arrasa con las aguas desbocadas de las inundaciones. Lo mismo sucede en el territorio de la letra impresa. Muchos libros editados pero pocos lectores. Series completas de autores peruanos a precio módico en ediciones digitales, sin embargo, hay que motivar a los niños y jóvenes.

El mejor antídoto para este momento de crisis es el abrir los ojos de los niños a esa posibilidad de acceder al saber y al conocimento, a la cultura viva y nos dejarse deslumbrar por la cultura boba de los escaparates virtuales con su sutil atracción por el jebe de las zapatillas. Hoy necesitamos con urgencia el cultivo de las ciencias, el lenguaje de los números, la observación curiosa del entorno. La lectura deslumbrante que abre la imaginación hacia los deseos vehementes por un mundo nuevo. A entender la energía de nuestros valores. A un sentido menos empapelado del deber y la justicia como garantía de la pasa social en la lucha contra el delito y todas las formas de injusticia. A un sentido de patria enraizado en la propiedad legítima y no en el despojo abusivo.

Necesitamos nutrir a nuestros hijos de esperanza en un mundo que enfrenta las presiones desbocadas de la naturaleza afectada por el cambio climático que convierte las viejas pistas de asfalto en cocadas y acuñas de melaza con una radiación insoportable. El cemento convierte los módulos diminutos en hornos de fuego lento. En Chulucanas el adobe es mucho más fresco.  El otoño piurano de hoy tiene temperaturas de 30 y 31 grados. Una especie de verano fresco. Como ayer hay que rescatar los sombreros de ala ancha de los abuelos, las camisas y pantalones de drill saludables a las prendas sintéticas que calientan hasta el alma con la radiación insoportable. Urge rescatar las antañonas piedras de filtro y los cántaros para mantener el agua fresca y beberla en estado natural. El agua embotellada nos tiene los nutrientes minerales del agua natural.

El escenario del mundo es totalmente diferente. Tenemos que repoblar nuestros campos con hatos de cabras prodigiosas cuya leche en su composición química es muy similar a la leche materna. Necesitamos despertar en nuestra infancia el afecto por la fruta fresca y el choclo sancochado. Incluso urge modificar los horarios para empezar el día más temprano y no nos calcine el sopor del mediodía en donde las mentes se tornan improductivas. Los colores de la ropa deben proteger la piel de los rayos UV a cuya exposición brotan los cánceres a la piel en proporciones impresionantes.  Tenemos que elegir mejor lo que comemos y cómo nos nutrimos. Nuevamente hay que estimular las producciones de las huertas familiares. El utilizar las horas frescas del día para pensar mejor y aprender. Los estudiantes universitarios de ingeniería aprenderían mejor en las primeras horas 5 o 6 de la mañana que en el calcinante sopor del mediodía y las primeras horas de la tarde. La lucidez aflora a los  estudiantes  de derecho, educación comunicación y ciencias sociales a las primeras horas del día que en los balbuceos soporíferos de la tarde.

Los cambios en el entorno de aprendizaje: El aumento de temperaturas y las repentinas lluvias alteran las condiciones en las que se desarrollan las clases y otras actividades académicas. Hoy muchas universidades experimentan una compulsiva euforia por el cemento sin ponderar los problemas de infraestructura debido a estos fenómenos climáticos extremos. Nos sorprende como cada tarde los alumnos a pierna suelta echados en los pasillos descansan.  El elevado costo de sistemas de aire acondicionado es oneroso. Inteligente resulta en este extremo aprovechar los espacios frescos y ventilados que procuran las áreas verdes.

Campus universitarios afectados por condiciones semiáridas y el aumento de temperaturas, tienen un impacto aún no investigado en la salud y bienestar de los estudiantes y profesores. La mayor parte de los docentes de la tercera edad reincorporados de acuerdo a lo expresado por los propios estudiantes son improductivos y siguen con el mismo rollo de hace cuatro décadas sin aportes novedosos.

La universidad, por su naturaleza epistemológica, debe estar a la vanguardia en la investigación y formación sobre cambio climático, por ello necesita con urgencia integrar conocimientos científicos actualizados en los poco innovadores planes de estudio y promover la alfabetización climática de los estudiantes. Este aporte tiene impacto en sus familias y en sus comunidades. El cambio climático afecta la salud física y mental de los estudiantes, lo que influye en su rendimiento académico y su capacidad para aprender. Las universidades públicas y privadas necesitan estrategias innovadoras para abordar el cambio climático. Mejorar sus métodos de aprendizaje con el componente lúdico y el estímulo de la lectura utilizando herramientas virtuales. Hoy se aprende haciendo. La experiencia basada en proyectos y la incorporación de tecnologías para promover la sostenibilidad y la conciencia climática son necesarios.

La experiencia de la UNI es muy valiosa. Las clases empiezan muy temprano y el desayuno se sirve para todos entre las 6.00 y 7.00 y no se necesita vale para poder recibirlo. Sencillamente desayunan los puntuales.  El servicio de comedor lo brindan concesionarios que redimen los vales que reciben los alumnos de acuerdo a su condición económica. Las filas de estudiantes se alargan en donde se ofrece el mejor menú nutritivo y exquisito. Cuando pregunté al Rector si la UNI tenía comedor universitario. Me respondió: Nosotros somos ingenieros y arquitectos. Ellos los concesionaros, son expertos en cocinar. Que conste. Los concesionarios pagan todos los meses puntualmente por el uso de los ambientes de los refectorios de la universidad.

viernes, 16 de mayo de 2025

LAS MANOS QUE MECEN LA CUNA

Por: Miguel Godos Curay

La sagrada familia. Mi madre Delia, mis hermanas Mary, Wendy, mi padre Juan José,Diana
 y Eliana cerca al Toril en Paita.

Siempre nos han conmovido las tradicionales celebraciones del día de las madres. A todas las recordamos con gratitud y ternura. Los mercados se llenan de flores y presentes con el propósito de convertirse en recados del corazón.  Allá en los camposantos de Morropón en el Alto Piura se escuchan las notas sentidas del triste de Carmencita Lara: “Cementerio, cementerio/ Devuélveme a mi madre/Cementerio, cementerio/ Devuélveme a mi madre” / “Abre pronto esas rejas/ Señor sepulturero/Abre pronto/Que quiero/ Rezarle a mi madre. /Y ponerle estas flores/De blancas azucenas/Y coronas hermosas/ Que adornarán su altar”.

A moco tendido duelen los recuerdos y brotan del alma sentimientos profundos. Allá en los valles en donde reverdecen umbríos higuerones y nogales nadie parte del lar querido sin la bendición de su madre. Y en la ausencia se sienten las letras de yaravíes y pasillos. En las urbes modernas tapizadas de asfalto la evocación sonríe con Palito Ortega y la letra de ese himno alegre: Se parece a mi mamá: “Esa flor que está naciendo/Ese sol que brilla más/Todo eso se parece/Se parece a mi mamá. Los coros escolares conmueven a las madres arrobadas por el sentido homenaje de sus hijos. Guardo en la memoria gratos recuerdos de la flor roja en el pecho por las madres presentes y blancas para las ausentes. No olvido mis visitas de reportero al Asilo de Ancianos en donde la sonrisa de las abuelas olvidadas rompe el alma.

La existencia y la vida misma es un largo historial de madres y abuelas generosas e inolvidables cuyas bendiciones resuenan en los oídos. Su alegría es como la de los tradicionales dulces elaborados con recetas mágicas irrepetibles. No faltan los encargos de un Almanaque Bristol para marcar las lunas llenas y seguir al pie de la letra el santoral que hoy nos hace falta. Sus ritos secretos para quitarte el aire, detener los sobresaltos del hipo o santiguarte para conjurar el ojo y el chucaque. Eficaces curas que la modernidad aplasta porque no las entiende. La tecnología narcotiza la inteligencia infantil con el dispositivo celular. Un consuelo cojudo para deformar la curiosidad infantil. Antes nuestros churres se entretenían observando a las hormigas en su tráfico interminable. Las sampapalas atadas a un hilo emprendían vuelo mejor que un dron. Acariciar la tierra como los alfares era una experiencia inolvidable. Amarrar un anzuelo una habilidad extraordinaria. Atrapar lagartijas una carrera interminable. Y caminar sin zapatos un sosegado tributo a la libertad. 

Nuestras madres nos protegieron siempre con sus oraciones, acariciando sueños con sentimientos conmovedores. Al nacer nos ceñían con pañales para que no se deforme el cuerpo. La lactancia siempre fue una obligación natural. La nodriza de lata es un invento reciente y la vacunación una obligación recomendada por el médico de la familia. El sexo no tenía matices como hoy: se nacía hombrecito o mujercita con nombre cristiano de un santo o santa protectora. Los nombres bíblicos hoy permanecen arrinconados. Se utilizan sustantivos exóticos extraídos del inglés, el turco, el japonés y el árabe de personajes de las telenovelas.

Muchas madres, por exigencias de la economía, trabajan y redoblan tareas para ayudar a sostener sus hogares. Comparten el trabajo fuera de casa con las tareas propias de la familia. La mujer, madre y esposa, con formación profesional o sin ella, enfrenta, en muchos casos, la discriminación y exclusión prejuiciosa. En el Perú cada vez es mayor el número de madres con formación universitaria que comparten su actividad profesional con la política y novedosos emprendimientos. Sin embargo, falta aún una activa protección del Estado y la sensibilidad de la empresa privada.

Somos parte de una familia numerosa con once hermanos. Cuando contemplamos la olla que nos mantuvo en pie rendimos homenaje de admiración a las cucharas de palo y a los cántaros con agua fresca. La cadena de solidaridad familiar no se extingue y los jeans del hermano que crece pasaban al de la continuidad de la serie sin miramientos. El sentido de la familia empezaba en madres nutridas de un genuino y proverbial fervor cristiano. La vida es siempre una escritura preciosa en los aparentes renglones torcidos de Dios. En todos esos trazos está siempre presente la mano de mamá.

Alguna ocasión recorriendo los villorrios del sur del Ecuador nos causó admiración la cantidad de monumentos, parques y plazas dedicadas a la madre “símbolo vivo de la patria que educa, se cultiva y crece”. En otros había sentidos versos como el del poeta Francisco Febres Cordero: “Mamá te dije siempre, desde antes/que aprendiera a hablar”. “Siempre estuviste/presente en las ausencias/porque lo se lleva dentro el alma/ nunca se podrá olvidar”. En la Biblioteca Municipal de Piura hay una escultura de Víctor Delfín en terracota dedicada a la madre. Es un símbolo perenne a la mujer cerca al cultivado jardín donde reposan las cenizas de una madre y bibliotecaria inolvidable: Anahí Baylon. Las manos que mecen la cuna acarician el futuro de la Patria.